El Libro Blanco de Inteligencia Artificial ¿Qué es? ¿Para qué sirve?

Si eres un entusiasta de las nuevas tecnologías es posible que ya conozcas el Libro Blanco de Inteligencia Artificial,  el documento que ha publicado el parlamento europeo para gestionar y promover las posibilidades y riesgo de la implantación de inteligencia artificial en nuestras vidas en general y en el mercado común europeo en concreto.

Este libro, pretende ser una guía sobre la futura posición de la Union Europea frente a los “retos y oportunidades” que supone la implantación de la inteligencia artificial, siempre basando estas actuaciones en “valores europeos”. De esta manera, se propone a los estados miembros dos enfoques claros para el desarrollo de la IA, por un lado la regulación y por el otro la inversión.

 En base a estos dos objetivos, el libro blanco de la inteligencia artificial se divide en dos secciones:  crear un «ecosistema de excelencia» y establecer un «ecosistema de confianza«.

Ecosistema de excelencia

Para poder desarrollar un ecosistema de excelencia la UE se propone aumentar la inversión en I+D sobre inteligencia artificial, hasta equipararla a los niveles de Asia o  EEUU. Con ello la UE se propone convertirse en un punto de referencia en IA, lo cual se conseguiría mediante las siguientes políticas:

• Creación de centros de excelencia y de pruebas dentro del marco del Programa Europa Digital.
• Creación de una red de colaboración entre los principales centros de conocimiento para atraer a los mejores científicos sobre la materia.
• Creación de al menos un centro de innovación digital por cara estado miembro de la Unión Europea.
• Creación de un plan de financiación para proyectos pioneros en inteligencia artificial.
• Creación de una asociación público-privada sobre IA, robótica y datos.
• Toma de contacto y dialogo con los distintos grupos sociales involucrados, poniendo especial atención en los sectores de la salud y el transporte.

Ecosistema de confianza

Para crear ese “ecosistema de confianza” la Unión Europea se compromete a realizar un marco legislativo para los diferentes actores económicos relacionados con la IA, pues entiende que la implantación de la inteligencia artificial en ciertos sectores puede considerarse un avance de “alto riesgo”. Para estos casos, la Comisión Europea se plantea una serie de requisitos (aún no muy definidos) que deberían ahondar en:

• Gestión y conservación de datos: crear un registro de todos los datos que se han usado para entrenar la inteligencia artifical.

• Datos de entrenamiento: usar una cantidad amplia y segura de datos de manera que se eviten discriminaciones, poniendo especial cuidado en los datos de identificación privada como el reconocimiento facial.

• Informar a los usuarios: de manera clara que se está interaccionando con una IA y de las posibles recogidas de datos.
• Robustez: de tal manera que la IA no se vea afectada por posibles fallos y errores mientras se mantenga en funcionamiento.
• Supervisión humana: de tal forma que los resultados dados por una IA tengan que ser aprobados o como mínimo supervisados por un ser humano.

Para mejorar la cooperación entre las distintas autoridades nacionales la Comisión Europea se compromete a crear una estructura de gobernanza europea sobre IA. Esta estructura será la encargada de “garantizar la máxima participación de los interesados […] consumidores e interlocutores sociales, empresas, investigadores y organizaciones de la sociedad civil- deben ser consultadas sobre la aplicación y el desarrollo ulterior del marco».

Aunque el libro blanco es un prometedor comienzo para la Unión Europea, aún deja muchas puertas abiertas a consultas y mejoras. Tanto es así que hasta el próximo 19 de mayo hay abierto un sistema de consultas para añadir mejoras, comentarios, etc.